sábado, 12 de junio de 2010

ALMA-JAGUAR VIII

Entre los rituales que se hacían como prueba para los candidatos a la Iniciación Mística, se les exigía aportar un Sol, una Lanza de Cruz en el corazón y un Jaguar Verde en el corazón. También una Luciérnaga de la noche lamida por la lengua del Jaguar Rojo. Deberían pasar una noche en la Casa de los Jaguares con el objeto de purificarse. Incienso,cantos y el fuego sagrado formaban parte de estos rituales, los cuales aún se celebran sigilosamente en la intrincada jungla.

El único dueño del futuro parece ser el Jaguar. No le teme al fuego y su fiereza y arrojo se encuentran impregnados en el intrincado paisaje de las selvas, donde el milenario espíritu del Jaguar, sigue habitando en ellas. Desde las Civilizaciones prehispánicas, el jaguar ha sido, por excelencia, símbolo de lo

Esilvestre y mentalmente nos conduce a selvas prístinas pobladas por múltiples formas de vida.

En las Tierras Mayas, desde fechas inmemoriales y hasta nuestros días, la magia del Jaguar se transluce; la selva salvaje vibra y en las poblaciones se respeta y se le rinde un culto sagrado. La presencia del jaguar viviente se escucha en la selva, principalmente de noche, aunque son muy pocos los afortunados de enfrentarse a él. Por el contrario, su presencia simbólica es bastante poderos y ha persistido a través de los años, sin que su poderío se vea disminuido.

Aunque la nobleza haya desaparecido, los habitantes de las regiones mayas aún resienten en su interior muchas de las facultades del jaguar. Podría decirse que en algunos casos son latentes y en otros las facultades parecen adormecidas.

En los Rituales Místicos, en las Iniciaciones y en las Ceremonias de Consagración de los Sumos Sacerdotes y de los Caballeros Jaguar, formados en las Escuelas de Misterio, se llevan a cabo conjuros, pruebas, experiencias relacionadas con el Poder, la valentía, la Fuerza y la Dignidad del Jaguar.

SUSANA CARON

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