sábado, 5 de febrero de 2011

MUBARAK, EL PRESIDENTE QUE NO QUERÍA GOBERNAR ETERNAMENTE

Hace 10 días o más, que Egipto o mejor dicho Mubarak, tiene en vilo a todo Medio Oriente. En la presente Entrada veremos como al cabo de 30 años, sus mentiras y componendas, nos demuestran el casi nulo respeto que debemos sentir por los "políticos" actuales.

Cuando Mubarak accedió al poder, tras el asesinato de Anuar el Sadat, el 6 de Octubre de 1981, se describió a sí mismo como "un auténtico defensor de la Democracia, aseguró no tener intención de monopolizar las decisiones e, incluso, criticó los Mandatos Presidenciales Ilimitados, estipulados en la Constitución, asegurando que modificaría la Ley para limitarlos a 2. Hoy a sus 82 años, seis Mandatos y 30 años como Presidente , olvidó su promesa inicial.

Son precisamente esas falsas promesas de antaño, las principales reinvindicaciones que hoy, quieren sacarlo del poder a la fuerza.

"Mañana vamos a volver, y pasado mañana y al otro. . .y seremos como olas hasta que barramos a este régimen podrido", declaraba un miembro de la Asociación Nacional de los Derechos Humanos egipcio."

Los egipcios se han hartado o han olvidado el tono conciliador y dialogante que adoptó el Presidente en sus primeros años de gobierno, con "su Democracia, sus medidas para mantener subvenciones a los productos de 1º necesidad suprimidos por Sadat, su política de acercamiento a los Países Árabes y los acuerdos, al mismo tiempo, con EE UU - de quien recibía 2.000.000.000 de dólares al año -., y sobre todo, con su campaña contra la corrupción que en los últimos años de la década del 70 había favorecido el enriquecimiento de los negocios locales y era la principal causa de desprestigio del régimen entre la opinión púiblica"

Poco duraron las promesas de este "régimen podrido" que comenzó a fraguarse instantes después de la muerte de Sadat con la "Procalmación de un Régimen de Excepción" que 30 años después permanece vigente.

Hasta que fue elegido presidente Mubarak, con 52 años, se puede decir que "era un desconocido" para el pueblo, eclipsado por Sadat. Se lo describía" como un militar taciturno y reservado, austero, serio, casi falto de humor" que no tenía " ni la imaginación, ni la audacia, ni el carisma de su mentor, pero era a la vez más cauteloso, estable y realista y por sobre todo estaba respaldado por el Ejército".

Los "Tres Faraones" - Nasser, Sadat y hoy Mubarak - han manejado el Sistema Electoral a su antojo - jamás permitieron los observadores internacionales, compraron votos, evitaron que los opositores votaran y hasta desconocieron Sentencias del Tribunal Supremo Electoral.

Hoy está acorralado. Obama trata desesperadamente, que luedo de renunciar a una nueva candidatura abandone hoy el país y trata de formar un Gobierno de Transición, que evite que el poder recaiga nuevamente en una figura militar. Pero, él se niega. . . .está haciendo lo mismo que tantos Dictadores que hemos conocido en la Historia Mundial. Pero a la vez, se presenta un grave problema : el mantener el equilibrio político y militar en Medio Oriente. Mientras tanto, su esposa, en Londres, goza de todo el brillo que le dan los 30.000 millones de dólares, que se llevó como recuerdo de Egipto.

QUE DIOS, ALÁ Y JEHOVÁ. . . . . .iluminen a Obama y haga las cosas bien!!!!!

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