sábado, 27 de octubre de 2012

DESPEDIDA DE LA TRIPULACIÓN DE LA FRAGATA LIBERTAD


Ayer, durante toda la tarde , LA VALIJA, buscó infructuosamente un tema para subir una Entrada. . . . pero ninguna le agradaba. . .hasta que un amigo le envío este artículo que transcribe, sobre el tema del título

PUENTE DE MANDO DE LA FRAGATA LIBERTAD, Y SU TRIPULACIÓN SUPERIOR


"ES PREFERIBLE IRSE A PIQUE, QUE                          RENDIR EL PABELLÓN"

En el amanecer del último día, el Capitán de Corbeta Eduardo Ignacio Llambí, ordenará a los Jefes de Brigada que los Guardiamarinas se presente en Formación. Lo hará de espaldas a la Proa del Buque, formados en riguroso orden de promoción de Babor a Estribor.
Casi simultáneamente, el Suboficia Mayor, "Veterano de la Campaña de Malvinas, Presentación Rogelio Cari, hará formar al Personal de Suboficiales y Marineros de la Nave, quienes lo harán sobre una banda y sobre la otra formará la banda de Música
Minutos después, la Plana Mayor del Buque Escuela de la Armada de la República Argentina, formará con frente a la Tropa. Encabezará la misma el capitán de Fragata Fernando Carro, Jefe de Máquinas de la unidad y la 3º jerarquía a bordo

Los más de 300 hombres y mujeres formarán un perfecto cuadrado que tendrá un vértice abierto

Cuando todo se encuentre listo, el Oficial de Ceremonias pronunciará las palabras protocolares:"Dotación al Sr Comandante, Capitán de Navío Pablo Lucio Salonio, vista derecha". La Banda ejecutará "Honores", y el Comandante de la Fragata ARA Libertad ingresará a la ceremonia seguido en un riguroso paso atrás por su 2º, Capitán de Fragata, Carlos María Alievi
Luego de los saludos militares correspondientes, el Oficial de Ceremonia se desplazará desde su atril hasta quedar frente  al Comandante y pedirá Permiso para "iniciar la Ceremonia". No lo dirá, pero todos sabrán que se tratará de la Última, al menos la Última del 43º Viaje de Instrucción

Sin lugar a dudas, la entonación del Himno Nacional Argentino será particularmente emotiva; pero habrá otro momento que lo será mucho más

Seguidamente, un Guardiamarino Argentino, y uno en Representación de los Invitados Extranjeros, harán uso de la palabra

El Capitán Salonio esperará el final de las mismas madurando las propias e inevitablemente, llegará el momento menos pensado: el momento de dar la Despedida a sus Cadetes "faltando aún 6 puertos para terminar el periplo original, y casi un mes y medio para la fecha de regreso al Puerto de la Ciudad de Buenos Aires
Faltarán los cientos de embarcaciones deportivas que, año tras año, se aglomeran en Rada La Plata para acompañar a la Embajadora de los Mares en sus últimas millas naúticas. No estarán los Gavieros engalanando las Gavias con sus Uniformes de Época, y lejos quedarán los gritos de alegría de cientos de familiares y amigos de la Dotación agitando sus pañuelos. Mucho menos la Plana Mayor de la Armada y las otras fuerzas esperando la colocación de la planchada para subir al Buque

Salonio estará solo. . . la soledad del Comando en su máxima expresión. Sus palabras tratarán de confortar a  una Dotacióin que, en instantes más, será "diezmada por la incompetencia de la política llevada a su máxima expresión"

Él sabrá, sin duda, que está escribiendo una página vergonzoza de la Historia Naval Argentina y Mundial. Él sabrá, como todos los sabemos, "que no es su culpa"
Cada uno de sus subordinados lo mirará fijamente, no solamente por el respeto que se supo ganar en los meses de travesía sino porque en minutos dejará de ser su Comandante, su Superior y Referente
Manteniendo ese "paso atrás", el 2º Comandante estará cuidando la espalda de su superior, tal como lo hizo durante los 2 años que le tocó ser Edecán de la por entonces Ministra de Defensa, Nilda Garré.Claro está que esta vez se encontrará secundando a un Camarada y no al Enemigo.

Las palabras del Comandante - que al momento de escribir esta nota son imposibles de predecir- finalizarán invariablemente con la última orden: "Desembarcar"

Como broche final la Dotación entonará la Marcha de la Armada y sería imposible no adivinar un quiebre de voz cuando la Tropa formada entone ". . . Y no ha de arriar su Pabellón ningún Bajel de mi Nación, si queda a bordo un guapo marinero, Criollo y por tal Varón al pié de un cañón. . . "

Se dará por finalizada la Ceremonia, habrá abrazos, saludos formales y de los otros, los del afecto. Un par de ómnibus, estarán esperando y, en menos de 2 horas solo quedará a Bordo un Puñado de Hombres; solo lo justo y necesario para atender las necesidades primarias del Buque

El Capitán Salonio guardará su Sable de Mando, escribirá en su Bitácora las novedades y seguramente mirara el retrato de Guillermo Brown, mientras recuerda la frase más trascendente del prócer: " Es preferible irse a pique que rendir el Pabellón "
¿Lo entenderá nuestra Comandante en Jefe ? El Canciller. . . seguro que no!!! 


                   ¡  VIVA LA PATRIA !

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