jueves, 15 de julio de 2010

LA RADIO Y LA IMAGINACION

¿Cuántos de quienes leen estas líneas recuerdan todavía las "obras de Narciso Ibáñez Menta" que escuchaban en su antigua radio? ¿Recuerdan el misterioso chirrido de una puerta presente en estos relatos? Alrededor de la radio esperábamos ansioso el siguiente capítulo de nuestro programa favorito.

Escuchar la radio tenía una ventaja distinta: no podíamos ver lo que  estaba sucediendo. Por eso estábamos forzados a utilizar nuestra imaginación. Nosotros mismos creábamos la escena y emocionalmente formábamos parte de la acción. Qué emocionante era el repentino retumbar del trueno, el golpetear de la ventana o el inesperado aullido de un perro! Esas eran aventuras que nos ponían los pelos de punta y nos hacían estremecer.

Aún así, el efecto causado por los programas de misterios presentados a través de la radio, solo duraba mientras el programa estaba en el aire. Cuando terminaba, su efecto emocional también terminaba. Por el contrario, los efectos que produce escuchar o leer una fábula o un cuento son completamente diferentes. Esto es muy enigmático. ¿Qué es lo que hace que la tradición prevalezca?..

Las fábulas, las leyendas y los mitos tradicionales hablan el lenguaje simbólico del Alma. Las imágenes consagradas por el tiempo están impresas en la memoria colectiva de la Humanidad, durmiendo dentro de nosotros. Cuando a un niño pequeño se le lee un verso de Mamá Ganso, despierta su imaginación. El Alma se agita y toma fuerza. La energía es canalizada al cuento mismo, un cuento que siempre termina bien. El héroe de un cuento de hadas es. con frecuencia, una persona pequeña, inválida o ignorante, que teniendo un buen corazón y siguiendo el consejo de animales amigables, finalmente consigue conquistar al dragón lanza fuegos. El personaje se convierte así en un héroe real que lleva a su casa un precioso trofeo.

JUNE SCHAA. . . . 

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