martes, 25 de enero de 2011

EL MISTERIOSO ADMIRADOR DE EDGAR ALLAN POE


EDGAR ALLAN POE

Un desconocido depositó durante 60 años rosas y cognac en la tumba del famoso escritor.

Durante 60 años, un admirador de Edgar Allan Poe depositó, cada 19 de enero, media botella de cognac y tres rosas junto a la tumba del famosos escritor. El último miércoles faltó a su cita por 2º año consecutivo.

Jeff Jerome, guardés de la Casa Museo de Poe, cuenta que el visitante, discreto, aparecía entre la medianoche y las cinco de la mañana, tocado con un sombrero de ala ancha, se arrodillaba junto a la tumba del poeta y brindaba su memoria.. Allí dejaba media botella de cognac y tres rosas, marchándose después hasta el siguiente invierno.

Este año, Jerome esperó nuevamente su llegada tras el ventanal de la Iglesia de Westminster. No apareció : en su lugar se presentaron cuantro impostores fingiendo ser el genuino admirador. Todos querían ser el hombre que había honrado al genio durante toda una vida, todos llevaban rosas y cognac, pero ninguno conocía el ritual que siguió escrupulosamente durante 60 años..

Solo el guardés lo había contemplado una y otra vez. Sólo él conoce el guión.

El devoto, cuya suerte se ignora desde hace dos años, dejaba en ocasiones notas manuscritas junto al sepulcro: "Edgar, no te he olvidado", "La antorcha será pasada". El guardés está convencido que no regresará. Aún así, afirma que el próximo 19 de enero esperará nuevamente su llegada desde la ventana.

¿Cuál fue la suerte del misteriosos admirador?, ¿cuál el significado de sus misivas?, ¿de dónde vino?, ¿adónde fue? - se preguntan los medios-. La Prensa siempre hace preguntas. Preguntas. Son todo lo que alguien como Jeff Jerome necesita para ahuyentar otras dudas.

¿Qué empuja a un hombre a espiar a otro hombre durante 62 años? ¿Cuál de los dos es el protagonista de esta historia?

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