El MOTÍN DEL TRIGO, tuvo lugar en España en 1692, durante los últimos años del reinado de CARLOS II y los libros de historia cuentan, que fue una respuesta de la población de Castilla a las hambrunas y el aumento constante de los precios. En parte ese fue el motivo, aunque en realidad fue provocado por la Inquisición para presionar a Carlos II, ya que estaba preocupada por que, algunas conductas de la nobleza y de la Corte, que consideraban "licenciosas", abriesen las puertas de España al Protestantismo, que seguía ganado adeptos por toda Europa. La Inquisición provocó el "Motín del Trigo" para presionar al Rey y conseguir que esas conductas fuesen eliminadas de la Corte
Carlos II se hallaba en los últimos años de su reinado, muy mermado física y mentalmente, así como en el ejercicio del poder. Deseaba, a toda costa, evitar una confrontación con la Inquisición, por lo que accedió a sus demandas y aceptó cambiar los usos en la Corte y también accedió a deshacerse de algunas pinturas de la Colección Real, aquellas que la Inquisición consideraba más peligrosas.
Había dos corrientes de opinión dentro de la Inquisición : una que abogaba por la destrucción pura y dura y otra que deseaba ocultar los cuadros. A instancias de Carlos II, cincuenta lienzos de asuntos considerados "licenciosos" fueron separados de la Colección Real y enviados a México, en la primavera del año 1696, para ser custodiados en el Palacio del Santo oficio de aquella ciudad.
A la muerte de Carlos II, un nuevo monarca, FELIPE V, educado en la pompa y el lujo de Versailles, llega al poder en Madrid. Cuando el rey visita la Colección Real de Pinturas, cuya reputación se extiendía más allá de sus fronteras, se encuentra con que ningún lienzo mostraba un solo cuerpo femenino desnudo. Al conocer la razón y ser informado de que aquellas telas se hallaban bajo el control de la Inquisición, ordenó que los 20 mejores lienzos fuesen inmediatamente devueltos a la Colección Real.
Los lienzos deberían regresar en 1701, pero a causa de la navegación de aquel año, el envío se retrasa hasta la partida de la Flota de Oro en 1702, que se hundió en Vigo durante la Batalla de Rande, pero no los lienzos, ya que no figuraban en el Manifiesto "Oficial" de Carga. Por su valor y por sus implicancias políticas, se ocultó su presencia a bordo, figurando su inventario solo en un documento secreto.
En el año 1704, 16 de los 20 lienzos de la discordia regresan a la Colección Real, de donde pasan más tarde a los fondos del Museo del Prado. Otro lienzo aparece, como por arte de magia, en la colección de pinturas del Zar de Rusia y más tarde en el Hermitage de San Petersburgo, otro acaba en manos del Duque de Malborough y hoy está expuesto en la National Gallery de Londres.
Hay dos lienzos perdidos: un Tintoretto y un Tiziano. Cada uno de ellos valdría millones de Euros en una subasta de arte.
Por donde estaràn esos dos cuadros.. ¿en alguna colecciòn privada?... me niego a pensar que se perdieron.. Lilyana
ResponderEliminarPor el final del libro, están perdidos. . . . .
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