El Extranjero
Si todos se alegran, pues todo es encanto.
Serenos son sus días y viven con placer,
Un alma solo llora, su patria extrañando,
Los dulces prados suyos, sus campos de ayer.
Y el corazón auqello, cantando abatido,
Y aquella triste alma gimiendo con dolor
Es mi corazón triste, perdido, dolorido,
Mi alma ardiendo de un infinito dor.
Mihail Eminescu
Poeta rumano
1850 - 1889
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