La_valija de Tucuta

lunes, 31 de octubre de 2011

CUENTOS CURIOSOS DE LOS ALBORES DE LA CIENCIA



La Academia Científica más antigua del Mundo- Real Sociedad del Reino Unido-  ha puesto a disposición en Internet su Diario Histórico - unos 60.000 trabajos científicos -.

He aquí algunos "Cuentos Curiosos" de ese Archivo :

MUERTE POR RAYO: El Dr Wallis de Oxford describió un " espeluznante accidente en un bote durante una tormenta", el cual dejó un " desagradable olor a Sulfuro en el aire". Rayos cayeron sobre un bote en el cual estaban dos estudiantes. Uno de ellos murió intantáneamente ( en el exámen Post Mortem no tenía heridas aparte de una serie de marcas negras en el cuello, hombros y pecho, como quemado por un " hierro caliente"y algunos botones de la ropa salieron volando). Su compañero " quedó atascado en el barro, con sus pies abajo y la parte de arriba fuera del agua". Solo sufrió un " adormecimiento", no estaba herido, no recordaba que había pasado ni porque estaba atascado en el barro.

VIENDO ESTRELLAS :( 1665) Una persona muy curiosa que estaba estudiando Física en Leyden (Holanda) cuenta  que a un "estudiante de Astronomía" se le bloquearon los poros de tal forma que " ya no podía sudar", tras pasar muchas noches observando los Astros en el frío y la humedad de la intemperie.

POR COMER SAL : Una niña de 13 años, quien desde que tenía 6 años, llenaba sus bolsillos de sal y se la comía" como si fuera azúcar", no tuvo un final feliz. Se "secó" y se entumeció tanto que no podía mover sus brazos y murió de hambre.

TRANSFUSIÓN DE SANGRE CANINA :Thomas Coxe transfundió sangre de un perro sarnoso a otro que estaba sano, para ver si se infectaba. Primero consiguió " un viejo mestizo sarnoso" y lo alimentó con "queso y leche". Luego de transfundió unas 14 a 15 onzas de la sangre del enfermo al sano. El perro sano no se enfermó y el " sarnoso" se curó en 10 días

LA BALA TRAGADA (1668): Fairfax cuenta que una mujer "pálida y corpulenta, de mediana edad" que " sufría de problemas intestinales y un vecino le aconsejó que se " tragara 2 balas", lo cual la alivió, pero sus síntomas retornaron y consultó al Boticario. A la mañana siguiente, cuando estaba usando su orinal, la mujer oyó un "twang" y junto con su orina, vió la bala. El Doctor concluyó " que la naturaleza cuando la pones en aprietos, encuentra extraños medios para liberar al cuerpo de lo que es extrínseco y ofensivo"

Por interesante que estos hechos parezcan, LA VALIJA se permite sugerir no realizar experimentos de esa índole. . .

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