La_valija de Tucuta

domingo, 31 de octubre de 2010

SAMHAIN Y HALLOWE'EN


La Noche de Brujas o Hallowe'en se remonta al pueblo Celta - 3000 años atrás. El 31 de octubre celebraban el Fin de Año con el Samhain - fiesta pagana- de la cual nos han llegado ciertas costumbres, y el  Cristianismo lo convirtió en Fiesta de Todos los Santos. 

Ese día se celebraba además del fin de año, el encuentro amoroso, a orillas de un río, de Morigani- la única diosa celta, en su aspecto de "señora del Mundo Inferior y de la Guerra, la Reina de los Espectros"- con Teutis - Dios de la Tribu, padre de los hombres y Señor del Mundo Inferior. Para los irlandeses la versión de esa pareja eran Morirían y Dagada; en las Galias ( Francia) se llamaban Sucellos y Herecura y en Hispaña ( España), Endovellicos y Ataicina. La cita amorosa tenía consecuencia importante, pues la diosa le proporcionaba a su amado los secretos para salir victorioso en la próxima batalla mítica.

Otras fiestas celtas que han llegado a nosotros eran: Ambiwolká -"circumpurificación" - hacia el 1º de febrero y correspondía al agua; Belotenia - "fuego brillante" - en torno a los fuegos de primavera; el 1º de mayo, aún celebrado en el Siglo XIX en Europa como la Fiesta de los Mayos y hoy curiosamente reciclada en el Día del Trabajo; Lugunástada -"matrimonio de Lugus"- era la celebración del matrimonio sagrado del Dios-rey Lugus con la Tierra el 1º de agosto. Samhain tenía que ver con los espíritus, los muertos, las almas en pena, las brujas y los hechizos y en él los muertos volvían a estar entre los vivos. Los celtas ese día hacían sacrificios humanos y de animales, en honor al dios Samhain, Señor de la Muerte. Así mismo se celebraba el "Sabbath" o Fiesta de Brujas, en la cual se reunían brujas y brujos para ofrecer sacrificios a Satanás, Señor de la Muerte, mediante ritos, actos sexuales y muerte. En la Edad media se quemaban gatos negros por creerlos amigos de las brujas.

La Calabaza / lámpara para huyentar los malos espíritus

La costumbre de ahuecar y tallar una calabaza para convertirla en un farol llamado "Jack-o-lantern, proviene del folklore irlandés del Siglo XVIII. Según se cuenta, Jack era un notorio bebedor, jugador y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un roble - árbol celta- y según la leyenda, en una ocasión se le apareció Satanás con intenciones de llevarlo al Infierno. Jack lo desafió a trepar al roble y, cuando estuvo en la copa del árbol, talló una cruz en el tronco para impedirle descender. Entonces Jack hizo un trato con el Diablo: le permitiría bajar si nunca más volvía a tentarlo con el juego o la bebida. La historia cuenta que cuando Jack murió no se le permitió la entrada al Cielo por su pecados en vida, pero tampoco pudo entrar en el Infierno porque había engañado al Diablo. A fin de compensarlo, el Diablo le entregó una "brasa" para iluminar su camino en la helada oscuridad por la que debería vagar hasta el Día del Juicio Final, colocada dentro de una cubeta ahuecada llamada "nabo" para que ardiera como farol por mucho tiempo. Cuando los irlandese llegaron a EE UU, las calabaza abundaban más que los nabos y allí hicieron el cambio. La cotumbre de pedir dulces de puerta en puerta - (trick-or-treating)- se popularizó alrededor de 1930 - no es costumbre celta sino europea del Siglo IX llamada "souling", una especie de servicio para las almas.

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