La_valija de Tucuta

domingo, 2 de enero de 2011

"LAS UVAS MILAGROSAS" A FINALES DEL SIGLO XIX x


"Para obtener la dicha durante un año entero es preciso comer 12 uvas el 31 de Diciembre", podía leerse en el diario español "El Imparcial" en 1897, en contra de la creencia de que la tradición comenzó en 1909.

"Año Nuevo, Vida Nueva". Una máxima a la que nos agarramos cada Nochevieja, con la condición indispensable de despedir el año comiendo uvas. Desde hace algunos años se ha querido instaurar la creencia de que esta iniciativa partió de un grupo de vitivinicultores alicantinos que quisieron dar salida al excedente de uva obtenido en la cosecha de 1909, pero lo cierto es que se encuentran referencias a esa tradición en la prensa escrita desde, al menos, 1895.

En un artículo publicado en "La Correspondencia de España" el 1º de Enero de 1896, sabemos que ya se tomaron uvas en aquella Nochevieja, al menos entre los círculos más poderosos: "A las 12 en punto de la noche saludaron los Ministros la entrada del Año Nuevo, comiendo ricas uvas y bebiendo champagne, pronunciándose este brindis:" Para obtener la dicha durante un año entero es preciso comer uvas el 31 de Diciembre".

No se habla del número de uvas ni de si se las comieron con las camapanadas de las 12, algo a lo que sí hace referencia al año siguiente al año siguiente el Semanario "Gedeón", según el cual " es costumbre madrileña comer 12 uvas al dar las doce en el reloj que separa el año saliente del entrante". Y ese mismo año, en "El Imparcial", se mencionaba también la buena fortuna que trae cumplir con aquel recién instaurado rito :"Las Uvas Milagrosas". Para obtener la dicha durante un año entero se debe comer 12 uvas el 31 de Diciembre, al sonar l 1º campanada de las 12 de la noche".

Si atendemos a un artículo de "La Opinión de Tenerife" del 9 d e Enero de 1903, de "comer 12 uvas por barba", se constata que la costumbres se había extendido y había alcanzado las Islas Canarias, por lo menos en lo que respecta a la burguesía :"Nos disponemos a comerlas - una por cada campanada- en compañía de la dama con quien hayamos salido estrechados".

La imagen más antigua que se conserva de la multitud celebrando el Año Nuevo en la Puerta del Sol, es la foto que acompaña esta entrada, tomada en la Nochevieja de 1912, donde ha quedado reflejadas la emoción, la alegría y el alboroto que cada año conforman el cuadro frente al reloj de la Casa de Correos de Madrid. Sin embargo, ya en 1906 se mencionaba en un periódico esta costumbre y, en 1907, se reconoce que "llaman tradicional una costumbre importada del extranjero hace muy pocos años"

La costumbre terminó por extenderse a las familias más modestas, que comenzaron a acudir a la Puerta del Sol para burlarse de la burguesía y su tradición supuestamente importada de Franica y Alemania.

Fue precisamente con el excedente de uva de la cosecha de 1909, cuando se le dió impulso a popularizar esta tradición elitista a toda España, la cual en el presente lleva a consumir dentre 1,5 y 2 millones de kilogramos de uva cada 31 de Diciembre. Y la suerte, aún así, esquiva en época de crisis. . .pero, por si acaso, no ignore esta tradición. .

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