ANTES Y DESPUÉS DE SU RESTAURACIÓN
¿Cómo se puede armar un rompecabezas de 27.000 piezas y tres dimensiones?????? Esa es la tarea que un grupo de arqueólogos en Alemania acaban de completar. Les tomó 9 años, con todos los pedazos esparcidos en un recinto del tamaño de "un campo de fútbol".
Los pedazos eran los fragmemtos de unas esculturas de 3.000 años de antogüedad, que quedaron hechas trizas después del bombardeo británico a Berlín en Noviembre de 1943. Tras las tareas de restauración, 60 fantásticas figuras de humanos, escorpiones, leones y aves están expuestas en una serie de Salas en el Museo de Pérgamo de la capital alemana.
Antes de la guerra, formaban parte de la Colección Privada de Max Freiher von >Oppenheim, miembro de una dinastía de banqueros y, por ende extraordinariamente rico.
Fungió como diplomático en El Cairo, deambulando por Medio Oriente con un ojo puesto en los británicos que también tenían interés en expandir su Imperio en la región. Pero también era arqueólogo - una figura romántica al estilo de Indiana Jones de las películas - y en 1899, cerca de donde se construía el ferrocarril que conectaba a Berlín con Bagdad, se topó con el Palacio de un Rey Arameo en lo que hoy en día es el Noreste de Siria, cerca de la frontera con Turquía.
Solicitó permiso para excavar el sitio conocido como "TELL HALLAF" Entre 1911 Y 1913. El trabajo se vió interrumpido por la 1º Gueera Mundial, pero se completó en 1927. El resultado fue la extracción de impresionantes estatuas de dioses y animales, esculpidas en basalto. Las esculturas se hicieron añicos en su mayoría y en algunos casos, diminutos fragmentos.
Los descubrimientos se dividieron entre el Museo Nacional Sirio en Alepo y el propio Oppenheim, quien se llevó su parte a Berlín donde creó un museo privado en una vieja fábrica de fundición de hierro. La destacada escritora británica de novelas detectivescas, Agatha Christie, fue una de los tanto que lo visitaron. Años después recordó como Oppenheim le dió un recorrido por la Exposición durante el cual se detuvo abruptamente para acariciar una inmensa estatua de mujer sentada en un trono. Oppenheim susrró: "Ah, mi bella Venus".
La paz y el amor llegaron a su fin con los bombarderos de 1943. La madera de las antiguas piezas quedó destruída y el calor intenso agrietó la piedra, que se desmoronó cuando las mangueras de agua intentaron apagar las llamas. Oppenheim quedó desolado y ordenó recoger los escombros con la esperanza de que pudieran ser reensamblados y distribuídos sobre 300 paletas de madera. Su sueñor era lograr la reconstrucción, pero murió 3 años más tarde, sin ver su sueño hecho realidad
No sucedió nada durante la Guerra Fría, ya que los escombros estaban en el Este y quienes querían reconstruírlos estaban en el Oeste de Europa.Una década después de la Caída del Muro de Berlín se inció el proyecto.
No hubo manera fácil de hacerlo. No tenían un programa mágico de computador. Se hincaron de rodillas para examinar cada pieza - como con un rompecabezas-.
Aunque las uniones son visibles, las obras mantienen su majestuosidad. No se aburrieron, cada día obtenían un resultado. Primero buscaban las partes reconocibles de la superficie. Con los inteirores era más complicado. Terminaron en el 2008. El restaurador se tomó "un año pegando todo". Aún viendo las uniones, tienen un carácter maravilloso y majestuoso.
El sueño de Oppenheim está cumplido. "Siempre pienso en lo que Max von Oppenheim hubiera dicho ahora que su sueño se ha cumplido", dijo la Doctora Nadja Cholidis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario