HINA SALEEM
PAGÓ EL PRECIO MÁS ALTO
La paquistaní de 20 años de edad, que vivía en el Norte de Italia, fue asesinada por su padre, quien alega que estaba" salvando el honor de la familia", así que le cortó el cuello 28 veces. "No quería matarla.Quería que volviera a casa", asegura desde la cárcel donde cumple una condena de 30 años de reclusión.
La Familia Saleem vivía en la ciudad de Brescia, en el Norte de Italia. Hina se había convertido a los ojos de su padre, en una "rebelde" que desafiaba su autoridad, deshonrando de esa forma a la familia.
"Yo soy buen padre" insiste Saleem. "Antes, mi hija era muy buena pero, de repente, cambió.""No quería que mi hija fuera demasiado libre ni que consiguiera drogas en las calles". Pero la verdad parece ser que Hina se había negado a casarse con un hombre que su familia le quería imponer, en el marco de "matrimonio arreglado". La joven que fumaba y vivía con su novio italiano, se había convertido en una mujer occidental y lo que su padre no pudo tolerar, ya que se trataba de "una traición a sus raíces, sus tradiciones y su cultura y de una amenaza a su orgullo, su dignidad y su reputación dentro de la Comunidad Paquístani"
La transición que experimentó Hina, quien paso de " ser la luz de los ojos de su padre a convertirse en víctima de su rabia, se plasma en un libro llamado "Esta es mi vida".
"El solo hecho de intentar ser una adolescente italiana, una joven occidental normal, es un problema para las 2º generaciones. En esta historia hay un conflicto doble: a) un Choque entre Culturas y b) un Choque Generacional, la de los padres y la de los hijos". Aunque el asesinato mismo fue perpetrado por Mohammed Saleem solo, el "proyecto" se hizo en grupo. Con el apoyo de otros miembros de la familia, la enterraron en el jardín de su casa. Él racionaliza eso diciendo que " cuando murió, lo único que quería era traerla a casa".
Uno de los autores del libro ha dicho :"Los padres ya no hablaban el mismo lenguaje que su hija. Al enterrarla en el jardín de la casa de la familia, la estaban trayendo al lugar que pertenecía, según creen. Ella era su posesión"
Las amigas de Hina comparten la angustia que su asesinato causó. Les es imposible entender que un padre haya podido asesinar a su hija. Pero el caso no es aislado. Según la ONU, cada año, en todo el mundo, 5.000 mujeres y niñas pierden su vida a manos de su propia familia en nombre del honor. También existen víctimas masculinas - si se casan fuera de su casta o religión - pero son casos más raros, pero siempre la " tarea física" de "restaurar el honor" recae en los hombres.
Mohammed Saleem todavía siente que su hija lo deshonró, pero ahora dice que lamenta haberla matado. . . no porque "perdió una hija. . . que no fue la única que murió. . .toda la familia murió. Sin mi hijo, sin mi esposa, esto no es vida" se auto compadece.
Todos o casi todos los días, nos enteramos de casos de violencia racial, de las cuales son casi siempre víctimas las mujeres pertenecientes a la religión musulmana - asesinatos por honor, lapidaciones, ahorcamientos, mutilaciones-. tanto da que pertenezcan a las sectas Chiítas o Sunnitas. Día pasados LA VALIJA tuvo oportunidad de leer el libro "La Ira de Dios", en el cual se explica muy claramente las costumbres en el Islam. Extractará algunos párrafos que servirán para aclarar la Educación que los hombres reciben, ya que las mujeres no tienen ningún valor.
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