ADÁN Y EVA
EN EL PARAÍSO TERRENAL
VERGÜENZA
Pero lo días de gloria de la desnudez estaban contados. Desde el Siglo 1º de la Era Común llegó a Europa una corriente que la sacó del Paraíso: el Cristianismo. En las raíces del Arte Judeocristiano está la imagen de Adán y Eva desnudos en el Paraíso Terrenal. Al notarse " desnudos se hicieron unos taparrabos"- dice la Biblia "se les abrieron los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, unas hojas de parra, y se hicieron los taparrabos." Quizá ningún otro verso de la Biblia ha tenido un impacto más profundo en la manera en la que concebimos nuestros cuerpos y el Arte.
Y, al principio del Siglo XIII, en Francia, esta idea fue tallada en la Catedral de Notre Dame, en el corazón de París. En la escena de Adán y Eva en el Paraíso, su desnudez está cubierta con la consabida planta. La hoja de parra pasó a ser simbólica para la Iglesia Cristiana de los primeros tiempos en un afán de remarcar el vínculo entre " sexo, desnudez y pecado"
"La Religión trata de controlar los deseos sexuales de la gente y muchas veces no alcanza su objetivo. Cuando pones hojas de parra en estas particulares partes de la Anatomía, estás atrayendo más atención", indica la historiadora de Arte Medieval, Aurelie Perraut
Ahora, todas esas magníficas estatuas del pasado era vergonzantes. La solución: "mutilar el ofensivo miembro"
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